¿Notas que tu rostro ha perdido firmeza con el paso del tiempo? ¿Te preocupan las arrugas profundas, la flacidez en el cuello o el desdibujamiento del contorno facial? La ritidoplastia, también conocida como lifting facial, es una cirugía estética que busca recuperar la armonía del rostro mediante la reposición de los tejidos faciales caídos y la eliminación del exceso de piel.
En este artículo te explicamos en qué consiste, cuándo se recomienda, cómo se realiza y qué debes tener en cuenta para obtener un resultado seguro y duradero.
¿Qué es la ritidoplastia?
La ritidoplastia es una cirugía estética facial que consiste en tensar y reposicionar los tejidos profundos de la cara y el cuello, eliminando el exceso de piel para lograr un aspecto más firme, joven y definido. A diferencia de otros procedimientos menos invasivos, esta cirugía actúa sobre las estructuras internas que se ven afectadas por el envejecimiento, como el sistema músculo-aponeurótico superficial (SMAS).
¿Qué logra esta intervención?
- Corregir la flacidez de las mejillas, mandíbula y cuello.
- Suavizar las arrugas más marcadas del rostro, como las que se forman entre la nariz y la boca (pliegues nasolabiales) o las que bajan desde las comisuras de los labios hacia el mentón (conocidas como líneas de marioneta).
- Restaurar el óvalo facial y la definición mandibular.
- Eliminar el exceso de piel sin alterar la expresión natural del rostro.
No busca “rejuvenecer 20 años”, sino mejorar los signos visibles del envejecimiento de forma natural y duradera.
¿Cuándo se recomienda un lifting facial?
La ritidoplastia está indicada para personas que presentan:
- Flacidez facial y cervical notable, con piel que cuelga o se acumula.
- Arrugas profundas que no mejoran con tratamientos mínimamente invasivos.
- Descolgamiento del tercio inferior del rostro, que genera aspecto cansado o envejecido.
- Deseo de resultados duraderos frente a alternativas temporales como rellenos o hilos tensores.
Suele realizarse en hombres y mujeres mayores de 40 años, con buen estado general de salud y expectativas realistas.
¿Cómo se realiza la ritidoplastia?
La técnica quirúrgica puede variar según el grado de envejecimiento y las áreas del rostro comprometidas, pero generalmente incluye los siguientes pasos:
- Incisión discreta: suele realizarse desde la línea del cabello en la sien, rodea el pabellón auricular y puede extenderse hacia el cuero cabelludo posterior. En casos que requieren tratar el cuello, puede hacerse una pequeña incisión adicional bajo el mentón.
- Reposicionamiento de tejidos profundos (SMAS): se eleva la piel y se tensa la capa muscular subyacente para lograr un resultado más natural y duradero.
- Eliminación del exceso de piel: se extirpa el tejido sobrante, corrigiendo la flacidez.
- Suturas cuidadosas: se usan puntos finos para cerrar las incisiones, que quedan camufladas en pliegues naturales del rostro.
La cirugía puede durar entre 3 y 6 horas, según su complejidad, y se realiza bajo anestesia general o sedación profunda.
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¿Cómo es la recuperación después de una ritidoplastia?
La recuperación de una ritidoplastia requiere cuidados específicos, pero en general es bien tolerada. Esto es lo que puedes esperar:
- Primeros días: inflamación leve a moderada, sensación de tirantez y posible presencia de drenajes para evitar acumulación de líquidos. Se retiran generalmente al día siguiente.
- Molestias postoperatorias: pueden controlarse con analgésicos. El dolor suele ser leve.
- Morados y hematomas: visibles durante los primeros 10 a 15 días, desaparecen gradualmente.
- Puntos de sutura: se retiran entre el día 7 y 14, dependiendo de la evolución.
- Actividad física: se recomienda evitar esfuerzos y ejercicio intenso por al menos 3 a 4 semanas.
- Resultados visibles: desde el primer mes se observan cambios notorios, pero el resultado definitivo se estabiliza entre el 3 y 6 mes.
Durante este periodo es fundamental seguir las indicaciones médicas, evitar exposición solar directa y aplicar bloqueador solar de forma constante.
Posibles riesgos y cómo minimizarlos
Como toda cirugía, la ritidoplastia conlleva ciertos riesgos, aunque son poco frecuentes cuando el procedimiento lo realiza un cirujano plástico certificado en una institución habilitada:
- Hematomas: Es la complicación más frecuente tras la ritidoplastia. Se forman por acumulación de sangre bajo la piel, pero pueden prevenirse eficazmente con el uso de drenajes, vendajes compresivos y evitando esfuerzos los primeros días.
- Infección: Aunque poco común, puede presentarse si no se siguen adecuadamente las medidas de higiene y el tratamiento antibiótico. La detección temprana y el control médico son fundamentales.
- Cicatrices visibles: Las incisiones se hacen en zonas estratégicas como el contorno de la oreja o el cuero cabelludo, lo que permite disimularlas con facilidad. Con el paso del tiempo, la mayoría se vuelve casi imperceptible.
- Alteración temporal de la sensibilidad: Es normal presentar una leve pérdida de sensibilidad o sensación de hormigueo en la zona intervenida. Generalmente, se recupera de forma progresiva durante los primeros meses.
- Necrosis cutánea: Es una complicación poco frecuente, relacionada principalmente con el consumo de tabaco, ya que este reduce la oxigenación de los tejidos. Por ello, se recomienda suspender el hábito al menos un mes antes y después de la cirugía.
Un adecuado control médico, evitar automedicarse y seguir las instrucciones del equipo quirúrgico son fundamentales para reducir complicaciones.
Preguntas frecuentes sobre la ritidoplastia
En esta sección resolvemos dudas comunes sobre la ritidoplastia. Nuestro objetivo es que tomes una decisión informada, comprendiendo no solo lo básico del procedimiento, sino también aspectos importantes que a veces pasan desapercibidos.
¿La ritidoplastia deja cicatrices visibles?
No. Las incisiones se colocan estratégicamente en zonas poco visibles (alrededor de la oreja, línea del cabello), y con el tiempo las cicatrices se atenúan notablemente.
¿Cuánto tiempo duran los resultados?
Entre 7 y 10 años. Aunque no detiene el envejecimiento, los efectos son duraderos si se acompaña de buenos hábitos de cuidado facial y estilo de vida.
¿Puede combinarse con otras cirugías?
Sí. Es común complementarla con blefaroplastia (párpados), lifting de cuello, lipopapada o mentoplastia, según el caso.
¿El lifting facial cambia la expresión del rostro?
No si se realiza correctamente. El objetivo es restaurar la estructura facial sin generar un aspecto artificial o estirado.
¿Por qué hacerte una ritidoplastia en la Clínica del Occidente?
En la Clínica del Occidente contamos con un equipo de cirugía plástica certificado y con amplia experiencia en procedimientos faciales. Nuestra prioridad es que cada paciente reciba un tratamiento seguro, ético y con resultados que respeten su identidad.
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